Eva y Boris, Chloé y Anaïs, nos reciben en familia en su preciosa casa entre Tirso y Antón Martín. El cálido ambiente de su hogar nos envuelve desde el primer momento, donde la mezcla de dos países y dos idiomas no existe, porque son uno: Eva posa dando el pecho con la dulzura discreta que imaginamos propia de Alsacia, y Boris, en cambio, nos muestra su humor surrealista, que antes esperaríamos de Buñuel, posando en su sillón de Dr. No mientras acaricia... una vaca.
Tenemos, además, una artista invitada de lujo: Chloé dibuja con nosotros mientras la dibujamos, y es toda una artista. Anaïs se conforma con ser fuente de inspiración ¡que no es poco!
La sesión en breve:
Pase de diapositivas:
Testimonio:
Queríamos daros las gracias por una tarde tan agradable y podernos haber sentido tan especiales por un ratito. Es una experiencia fenomenal...
Estamos ansiosos por ver de nuevo nuestros dibujos de los que no hemos parado de hablar hoy todo el día...
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