Álvaro posa con sus perros de peluche con una seriedad abrumadora, pero al terminar se vuelve tímido y desviamos nuestra atención hacia Teresa. Luego coge confianza de nuevo y nos enseña su habitación, que es otro mundo, con un barco en lo alto, como si estuviera debajo del mar, y allí,somos nosotros, definitivamente, los invitados a su universo particular. Ahora sí posa seguro, con sus espadas, y leyendo con Teresa.
Quieto o subiendo las escaleras a toda velocidad, posando seguro de sí mismo, o eludiendo las miradas y delegando la pose en su madre. Jugando al béisbol con Ron por el pasillo, o leyendo tranquilamente.
Álvaro, como los mejores discos, guarda todos los ritmos dentro de sí.
Testimonio 10 de Julio 2014
teresa pa ha dejado un nuevo comentario en su entrada "146, Madre e hijo":
Al principio fue un poco abrumador para Álvaro que cinco personas desconocidas para él invadieran su casa, pero con el buen humor de Ron, Víctor, Javi, Daniel y Daniela se fue soltando poco a poco. Lo primero que hizo es enseñar su tesoro más preciado: sus perritos de peluche, posando con ellos, luego quería vivir la experiencia desde el otro lado y quiso ver como dibujaban a su madre. A Álvaro le cuesta coger confianza pero ya en su habitación, debajo del mar, se sentía como pez en el agua enseñando sus juguetes y jugando con Ron al beisbol.
Quiero daros las gracias a los cinco, sois un gran equipo y ha sido un placer acercar el arte del dibujo en tu propia casa y a un niño de 6 años que disfrutó del proceso y viendo como trabajaban cinco dibujantes.
Gracias por mostrar vuestro arte y compartirlo.
Os deseo todo lo mejor en este proyecto tan bonito.
Teresa.
Testimonio 10 de Julio 2014
teresa pa ha dejado un nuevo comentario en su entrada "146, Madre e hijo":
Al principio fue un poco abrumador para Álvaro que cinco personas desconocidas para él invadieran su casa, pero con el buen humor de Ron, Víctor, Javi, Daniel y Daniela se fue soltando poco a poco. Lo primero que hizo es enseñar su tesoro más preciado: sus perritos de peluche, posando con ellos, luego quería vivir la experiencia desde el otro lado y quiso ver como dibujaban a su madre. A Álvaro le cuesta coger confianza pero ya en su habitación, debajo del mar, se sentía como pez en el agua enseñando sus juguetes y jugando con Ron al beisbol.
Quiero daros las gracias a los cinco, sois un gran equipo y ha sido un placer acercar el arte del dibujo en tu propia casa y a un niño de 6 años que disfrutó del proceso y viendo como trabajaban cinco dibujantes.
Gracias por mostrar vuestro arte y compartirlo.
Os deseo todo lo mejor en este proyecto tan bonito.
Teresa.