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Bienvenido a nuestro domicilio

Somos un equipo de ilustradores, que vamos en busca de personas que nos brinden su apoyo para desarrollarnos como dibujante ¿ Cómo? Abriéndonos su casa y posando para nosotros.

Dibujo a Domicilio es una iniciativa que busca reactivar el dibujo del modelo al natural, acercar la experiencia del dibujante a las casas para así reactivar el uso de la antigua figura del pintor de cámara, con una mirada más fresca y fomentar de esta manera la experiencia artística ya nos solo por parte dele los artistas sino también por parte del modelo quién quiera que sea nuestro anfitrión!
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THE WALK IN ARTIST (Dibujo a Domicilio) We are a group of artist in search of people that can give us their support in our development as a illustrators.
This iniciative expects to reactivate natural figure drawing as used in the late middle ages when painters went to palaces to draw members of the royal families but with a fresh and modern point of view. How can this be done? inviting us to their homes and posing for us. As a host you will gaing a rich experience joining for about 2 hours the world of the artists!!

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Visita 121, Piso Compartido

Yolanda es una vieja amiga que con0cimos en una nuestras primeras sesiones, y que hacía tiempo que tenía ganas de llevarnos a su casa compartida. ¿Por qué llamamos compartir una casa sólo a esa convivencia basada en optimizar espacios y gastos? ¿No comparten la casa familias y parejas? José, Rémi, Yolanda, Sara y María comparten su espacio con ese respeto sin jerarquía que llamamos convivencia de casa compartida. Da gusto ver la tabla con la lista de tareas del hogar sin correcciones ni tachones.


Son gente imaginativa, que cuelga fotos de ellos mismos disfrazados en el salón, y ofrecen con la misma alegría café y licor de cereza. Es imposible que la palabra carajillo no cruce por nuestras cabezas. Entre crêpes y música de The National posan al derecho y al revés, subidos a una bicicleta, sujetando un paraguas sin miedo a supersticiones y hasta con un pijama con trompa de elefante (¡Y colmillos!... ¡Y hasta orejas de elefante!). Cuando nos proponen dibujarlos en la cama, a los cinco juntos, nos preocupa que sea demasiada gente para un solo dibujo. Pero ¿quién dijo miedo? La gata de María, pequeña pero matona, se apunta precisamente a ésta, la última pose, por si no queríamos té. Ahí vas seis tazas.

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