Maite posó como lo dictaba la la nueva e indiscutible jefa de casa: el hipotálamo de Maya, pidiendo comida, cagando y finalmente durmiendo. Lo hizo estupendamente con sus tan solo dos semanas de nacida. También pudimos comprobar las nuevas competencias del padre, el arte de desaparecer la mostaza del pañal de Maya, y adivinar que tan pronto como la cambiara.. volvería a estar allí la sorpresita, nuevamente.

Estamos felices de haber celebrado esta sesión en víspera del aniversario de Dibujo y recordar que desde entonces cada martes ha sido estupendo!.
Gracias por esta sesión, familia!!
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